sábado, 29 de diciembre de 2012

Assassins Creed La Hermandad finiquitada al 120 %

Como dije en el anterior post, estoy en plena fiebre Ezio Auditore como todos los años por estas fechas. A mediados de Noviembre me decidí por completar el juego ambientado en Roma ya que me quedaban estandartes Borgia por coleccionar y finiquitar las secuencias de ADN y los retos de gremio al 100 %. Entre rato y rato que me ponía con este juego, como en todo sandbox que se precie, se me pasaba el tiempo en un suspiro. 



Ya llevaba unos días planteándomelo, y el miércoles que volví de viaje familiar por estas fechas, me decidí a bajar La Desaparición de Da Vinci, el DLC que "completaba" la historia, y entre otras cosas, me dispongo a dar mi humilde opinión: 

jueves, 27 de diciembre de 2012

Planificándome el ocio electrónico

Desde hace meses, años podría decir, he cambiado mis hábitos en cuanto al tiempo que dedico a jugar a videojuegos. No soy capaz de dedicarle más de una hora seguida, y cuando me paso de ese tiempo suelo aburrirme (salvo contadas excepciones). Supongo que he cambiado de prioridades desde que entre en el mundo blogger, pero ahora que no lo estoy, empiezo a valorar cada minuto que paso a los mandos de la consola.



Como todos los años (desde el 2009) por estas fechas, un juego ocupa mi tiempo casi en exclusiva. No es ni más ni menos que Assassins Creed. Comencé en Octubre de 2009 con el primer juego y me absorbió tanto la ambientación histórica, los detalles de cada una de las cuidades, el protagonista y el argumento, que lo califiqué como uno de los mejores juegos de esta generación. Llegábamos a Noviembre y salió la segunda entrega, y no lo dudé un segundo, fui a la tienda a comprarlo y me tuvo enganchado por meses. Florencia, La Toscana, Romaña, la mítica Forli, Venecia...la historia, Ezio, los coleccionables...el juego mejoró por encima de mis expectativas al comprarlo. Si Assassins Creed me dejó tan embelesado, la segunda parte no os quiero ni contar...Lo mismo pasó con La Hermandad en 2010, Roma, los Borgia, la hermandad de asesinos...y eso que lo compré con cierto recelo ya que ¿cómo iban a innovar en tan solo un año? pues lo hicieron ¡y de qué manera! convirtiéndose por extensión en mi juego preferido de la franquicia. En 2011, por mi cumpleaños, me hice con Revelations que me gustó como todos los anteriores, pero se notaba cierto cansancio ya que poco podía mejorar. Algo hicieron, pero no me transmitió la frescura de ACII y ACBrotherhood.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Naufragando desde hace meses

Para mí el dolor aún es pujante. Siento haber salido de un sueño para caer en la realidad. No puedo evitar sentirme culpable por todo el tiempo que estuve dormido cuando algo importante estaba sucediendo en mi ausencia. Ahora, despierto, me siento desorientado, me lamento por haberme perdido algunos episodios de la vida que ahora me ahogan en lo más profundo de mi desesperación. Quiero gritar, pero no puedo. Puedo llorar, pero en silencio. Siento que me roban algo que, lejos de ser mío, guardo con celo en mi mente y corazón.

Cuando miro directamente al exterior del lago donde me hundo, duele, cuando imagino, creo morir. Tengo miedo al olvido, a ser etéreo, al "no me importas". Naufrago desde hace meses. Me refugié en una remota cueva, lejos de esas olas que no hacían más que mecerme violentamente contra mi voluntad. Sentí paz momentánea después de la tormenta. Pero siempre en mi cabeza esa voz de sirena que me arrastraba fuera de mi refugio.

Se me necesita fuera, pero toda luz que encuentra mi rostro ciega mis ojos, los irrita, los mata lentamente. Aún así voy a su encuentro, no quiero más oscuridad. Pero disfrazado, oculto, me espera un nuevo obstáculo. No soy capaz de percibirlo pero me aleja más de la orilla.

Desespero, quiero una salida. Volver donde pertenezco. Avanzo pero la piedra carmesí cada vez se hace más pesada, me hundo nuevamente.

Hago acopio de voluntad, de amor propio, de orgullo. Parece que llego. Soy capaz de enfrentarme a lo que sea. Me quiero.

Libro una batalla contra la naturaleza. Bella y sabia, fuerte y cruel. Temo que nunca ganaré. Me debilito por momentos, y mi mayor debilidad soy yo mismo, mi corazón. Quiero salir, quiero salir , por favor. No merezco esto.

Me odio, ¿por qué me pasa esto? Me quedo sin fuerzas.

Al fin lo comprendo, se que es lo que necesito. Aún estoy buscando pero la verdad reside en mí. Acéptalo y madura de una vez.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Niebla temporal

El futuro, ese tiempo tan incierto que nos trae de cabeza a más de uno. No quieres pensar en el cuando el presente te es tan amargo. Levantas la vista para otear y no ves nada. Cómo hacerlo cuando una niebla espesa cubre tus ojos. Voluntad de luchar por ti  buscar estímulos y abrirte paso. Corazón, bendición y maldición a partes iguales. Ardua batalla. Quién fuese Zeus para derrotar a Cronos. Pero esto nos deja una moraleja: no lo pudo hacer solo. Se necesita de la gente para disipar esa niebla y arrojar luz al tiempo.. Todo se reduce a ganas, motivación y personas. Una META, algo abstracto en tiempos difíciles  pero, no obstante, necesario. No hay lucha sin objetivo, un estado de Stanby permanente. Necesario es romper esa burbuja temporal que nos tiene cautivos deambulando por la vida. Las personas no son nadie sin una meta que los guíe inconscientemente hacia el futuro. El problema de muchos, qué hacer con su vida, donde dirigirla, encontrar eso que les falta.

Quien mueve la barca no es nadie más que tú. Problema: te encuentras en una laguna sin fin para la vista, sin un destino al final de tanta agua. Beneficio: tienes muchos caminos diferentes que recorrer, múltiples posibilidades. El nuevo problema nos lo establece la sociedad, todo se reduce al tiempo que es limitado. La vida es lucha.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Tú y tus circunstancias

Las personas somos muy dispares entre sí. La variedad es buena pero, ante todo, siempre hay extremos, y estos, por norma general, no son buenos. Es, cuanto menos, confuso, darse cuenta de tú te encuentras en uno de estos extremos habiéndote considerado alguien normal siempre.

Todo se reduce, al fin y al cabo, a la forma de pensar de cada cual. Todos tenemos problemas, y es la persona y su forma de ser la que determina como le afectarán. Hay gente que se deja llevar, otra que le presta mayor atención de la que realmente merece, y mil y una situaciones más.

¿Dónde estoy yo? Me temo que un extremo, rozando lo enfermizo. Me cuestiono todo, le doy más vueltas a las cosas de las que debería. Resultado: demasiado analítico, y me afectan las cosas más que a una persona corriente. Lo peor de todo es que cuando me molesta algo de alguien y este alguien es especial para mí me decepciono, pero callas por temor a enrarecer el ambiente entre ambos. Me digo: "que cada cual valore si actúa bien con los demás". Forma de pensamiento algo ilusa, ya que no he de olvidar que la gente no se come el coco como yo. Siempre piensas "estos problemas tan estúpidos solo los tengo yo" y después te montas en el tren/metro y escuchas hablar a la gente de sus problemas cotidianos. Te das cuenta de que no eres el único que le afectan lo que tú llamas nimiedades. Esto, aún siendo así, no es ningún alivio ya que por ciertas circunstancias no puedes gestionar tus sentimientos para que no hagan mella en tí.

Todo parece resumirse a la forma de plantarle cara a cada situación. ¿Temor a las consecuencias? Malo, ya que no eres honesto contigo mismo, entonces, ¿cómo pretender que el resto te tenga en consideración?
Puntos de vista, todo es subjetivo, salvo tu propia realidad que solo comprendes tú mismo. Somos entes individuales y como tal eso nos hace únicos, hay quien lo aprecia y hay quien no, pero quien se encuentra en nuestro entorno más cercano debería estar entre los primeros, o eso dictan las convenciones sociales en que vivimos.

¿Crítica social? La sociedad está muy loca como para hacer caso a los convencionalismos. Cuídate a ti mismo y nunca te traiciones, pues es lo que más costará enmendar. Nacemos solos aún contando con la protección familiar (en términos generales) pero seguimos siendo INDIVIDUOS, al fin y al cabo.