miércoles, 20 de mayo de 2015

HATERS GONNA HATE

Nada como poner a parir las cosas porque sí, porque nos gusta meter cizaña, sobretodo, si no se tiene ni puta idea ¿eh?

Entrar en foros, titulares de las principales revistas online o impresas de videojuegos, redes sociales...sí, hablo de The Witcher III ¡como no! y su tan cacareado downgrade gráfico. Bonita palabra, downgrade, todo en inglés que nos gusta un palabrejo así rimbombante que suena mejor que español y sobretodo cuando no se sabe ni pronunciar. Spanish guys high school of fooliness. Bueno, que me desvío del tema y es una simple opinión de un simple jugón, viciado o el nuevo término de moda en inglés, claro: "gamer". A dos o tres días del lanzamiento del juego se hace una comparativa con el tráiler del juego en 2013 y oh! hay bajón gráfico en 2015, y qué dice la gente tan versada en el tema (nótese la ironía), no dice otra cosa que vamos a meter mierda y a cagarnos en CDPROJECT porque nos han defraudado, ellos no eran así. 


Yo digo, ¡qué os den por culo!, la mitad de la gente no juega en PC a este juego que es donde nació la saga basada en los libros. Este juego evidentemente ha tenido que ser toqueteado para que rule en las consolas de nueva generación además de en PC. Es lógico que esto pase. Lo mismo pasó con Crysis 2 cuando salió en 360 y PS3, la versión de PC era incluso inferior a la del primer juego del 2007. Lo que me escama es que la gente lo ponga a parir cuando van a jugar en PS4 o ONE. A ver chatos, chitón, y dadles gracias por poderlo jugar y disfrutad el juego, coño, que haya bajón o no, sigue siendo la hostia. Bueno, y lo más importante, aún downgradeado, no habéis visto mejores gráficos en una consola en la p*** vida. Con respecto a la gente de PC, incluso comprendo la decepción de tener que joderse a jugar a un juego menor gráficamente del que podrían haberlo jugado de no ser por la nueva generación de consolas. Pero disfrutadlo igualmente y no soltéis mala baba por crear tendencia o expandir más un debate absurdo.

La gente se le tiró al cuello a AC Unity y yo conozco gente que lo jugó en PC sin el menor problema, salvo alguna bajada puntual de fps...pero no la conmoción y el linchamiento porque sí, porque nos gusta el gallinero, porque somos españoles o de cualquier otro sitio ¿eh?, digo españoles porque es lo que conozco. La culpa en el fondo es nuestra, nos hypeamos hasta chorrear las patas abajo, y como haya la menor noticia de bajón, ¡claro, hay movida!, porque nos gusta. Ahí, sin haber probado el juego siquiera. Y cuando lo juegas sigues con la espuma en la boca.

En fin, lo dicho, HATERS GONNA HATE.

PD. Dicho lo cual, nos prometen el oro y el moro, ya pasó con Watch Dogs y con otros tantos, pero alimentar la polémica cuando primero, ni te lo vas a jugar o comprar el juego, segundo, lo vas a jugar y en el fondo no es tan malo...te engancha, te gusta, pero claro, esto te lo callas, después del cacareo ¿para qué recular?.
Sé que los juegos son privativos por el precio, pero claro, sino te gusta, espérate y cómpralo cuando esté más barato y juega a tu ritmo, no por la corriente de actualidad y meter bulla.

domingo, 17 de mayo de 2015

Opinión de la Tercera Temporada de Vikings


Allá vamos, intentaré soltar cuantos menos spoilers posibles pero hablar de la tercera temporada ya implica meter alguno asique si alguien lee esto y no va al día que lo haga bajo su propia cuenta y riesgo.

Me limitaré a dar algunas pinceladas superficiales para minimizar el impacto de poder joder parte de la trama. Por resumirlo todo en unas breves líneas (siendo yo me parece poco probable), me ha dejado un sabor amargo por varias razones, pero sobre todo porque la evolución lógica de los personajes se pega de palos con mis ideales. Me explico, me gustan personajes que además de ser fuertes, sean inteligentes y en un compendio de todo pueden ser chulescos por la única razón de que ellos pueden serlo por razones justificadas y obvias. Pues bien, esta temporada da al traste con mi mundo idílico de cómo debe ser todo y todos. No por casualidad, sino porque así nos lo han pintado en las dos temporadas anteriores. La palabra es declive en el sentido más amplio de la palabra, el pueblo guerrero descendiente de los dioses del Valhalla está en serios aprietos.


Percibo una caída de profundidad en muchos personajes, muy plana con respecto a los protagonistas enfocándose en otros que, aunque interesantes, no justifica que un personaje como, por poner un ejemplo, Bjorn caiga en saco roto. Particularmente, me interesaba ver cómo evolucionaba este personaje, ver cómo poco a poco le hacía sombra al propio Ragnar. Heredero y guerrero feroz. Otro que sin ir más lejos que ansiaba por ver su despertar es Rollo. Ver como se despega de la sombra atenazante de su hermano. 
Lejos de eso, vemos como el Rey Ecber de Wessex tiene incluso más peso que los dos juntos. Ojo, me parece digno alter ego de Ragnar pero demasiado protagonismo incluso cuando en la segunda mitad de la temporada pasa a un papel secundario, a un "mientras tanto en Wessex..."


Recuerdo cómo en temporadas anteriores (sobretodo en la primera) nos describían con escenas el misticismo nórdico que tanto nos atrae a los sureños europeos. Las confabulaciones entre clanes y familias, la representación  de la espiritualidad cristiana en pequeñas iglesias y monasterios. Sobretodo la representación de las bajas pasiones en escenas muy propias. He aquí lo que más me escuece, el tema del sexo en esta temporada, y es que se ve que el tercer año los Vikingos han cogido un barco y se han ido a los estudios de HBO. Se palpa, se siente que Juego de Tronos se filtra por los poros de Vikings, esto es más evidente y más alarmante para mí. Esto en teoría no es malo. Que poco a poco se intenten asemejar a la serie que más éxito ha y está cosechando en los últimos 5 años. Pero yo soy un purista, a mi lo que me atrajo de Vikings es que ya era condenadamente buena con su propio estilo, con un perceptible menor presupuesto que la anterior, Vamos que a mí ya me gustaba sin copiar fórmulas que vemos en otros sitios. 


Dicho lo anterior, me ha tenido enganchado semana tras semana con atención. Se nota que podemos partir la temporada en dos partes, la primera transcurre en Wessex y la segunda, a mi parecer, el barco vira para darse de bruces contra un muro alto y grueso (justo como pasa en París). Vemos a un Ragnar desorientado, un Floki hundido y traicionado por los dioses, una Lagertha cuya prosencia es meramente testimonial aportando una fuerza considerable al ejército nórdico (y la parte picantona), un Bjorn complaciente y desquiciante en ocasiones...Rollo es el único que parece ganar algo de empaque en los dos últimos capítulos y da cierto hormigueo porque parece que le aguarda un papel grande en el futuro.
Athelstan beatificado por el propio Ragnar, crea más interrogantes y deja la historia en un punto muerto.


Seré completamente crítico diciendo que no me ha gustado ver a unos personajes física, moral y espiritualmente arrodillados por circunstancias que están bajo su dominio. Me explico. Floki sigue los designios de los dioses y se ha visto que sin ellos es un cascarón vacío. Ragnar con toda su fuerza e inteligencia se ha visto atado de pies y manos por la amistad y cuando esta le ha abandonado, pudiéndolo haber evitado, se rompe anímicamente. Legertha, traicionada, a menudo deja de lado su orgullo de guerrera y madre para pasar a abrirse de piernas a las primeras de cambio. En ocasiones no parecía tener vínculos con el propio Bjorn, su hijo. Este a su vez, en la segunda temporada se nos presente como un digno heredero, que lograría llegar más lejos que su padre. Esta temporada se muestra a la espectativa.
Ha habido cosas interesantes, la aparición de un misterioso caminante en Kategatt, revolviendo las entrañas del reino de Ragnar. Parece que los dioses juegan con su heredero, una especie de castigo por tontear con critianos.


En definitiva, ha dado al traste con la imagen que tenía de mis personajes. Es un giro, sí, pero lejos de ser novedoso o dramático, apesta a "martiniano" y no hace falta, son dos series distintas, cada una con su identidad propia. Me ha gustado la conquista de Mercia, pero no el asalto a París, no por ver a Ragnar y compañía bañando de sangre el Sena mientras caen de los muros de la cuidad, sino porque juegan con la psique de los protagonistas como quien moldea plastilina, y eran personajes muy bien definidos, robustos.


Se aleja del Vikings que conocí y me da miedo dónde quieren llegar.

jueves, 14 de mayo de 2015

Mundo de superficialidades

Me ha entrado unas irrefrenables ganas de plasmar unos pensamientos que han invadido mi mente esta mañana. Vamos, que me he envenenado pensando en algo y en alguien.

No busco ser conciso, quiero expresarme sin ser redundante y darle mil vueltas a la tortilla pero mi cabeza es un torbellino que hace girar la misma idea hasta dejarla hecha papilla. En definitiva vengo hablar de la regla que gobierna las relaciones sociales. El estándar común, el cual si te sales de la linea trazada algo va mal. Si quieres ser aceptado, y mantener una relación cordial con los demás, no ha lugar el apego, el sentimentalismo, tu interior, impera sobre todo la máxima de la superficialidad. Sé trivial, habla de generalidades, cosas comunes, mundanas, hastías, aburridas y aceptadas. Es decir, ocúltate a tí mismo en la sombra de lo simple y absurdo. No te muestres y serás aceptado. En definitiva, sé un completo hipócrita, muestra tu mejores galas vistiéndote con un cascarón vacío de tí mismo mientras piensas lo contrario a lo que dices o muestras. He vivido lo suficiente para verlo y sentirme engañado más de media docena de veces. Por ello, soy capaz de concluir en base a la observación y la experimentación como método empírico de que vivimos en una sociedad manchada con lo superficial. El quedar bien prima, dejar una buena impresión de nosotros. Amable, amigable, aceptada de buen grado por el conjunto de la gente pero a fin de cuentas corrupta hasta el tuétano.

No hay como sentarse en el tren dirección a cualquier parte, y a pocos metros tendrás un grupito de amigos hablando de sus cosas. Cosas tan naturales como criticar al amigo ausente, poniéndole a caer de un burro, vamos, fino filipino como hay quien diría. Estos mismos se enorgullecen de poner buena cara delante de quien ahora critican, dicho por ellos mismos. Feliz y pura hipocresía. No manchar su imagen delante de un colectivo para el agrado general, pero celando su asco y odio bajo la más dulce de las sonrisas. A dos filas de asientos allá podemos escuchar cómo un par de amigas hablan de la decepción, de la falsedad de la que consideraban una buena amiga. Con dolor casi visceral relatan momentos de alegría compartidos para darse cuenta de lo que esta persona decía a sus espaldas por el novio de no se quién. Voy en mi asiento ensimismado, con la mirada a ninguna parte, mirando por la ventana pero sin mirar. Oyendo, sin darme cuenta escuchando sin el mayor interés que una conversación ajena a mi persona pero que resuena en mis adentros. Me hacen pensar en la sociedad, esta sociedad que poco me gusta. Quizás sea el país en que vivo que me parece mundano, chulesco, ostentoso y realmente no tiene dónde caerse muerto. Dejémoslo ahí porque me obnubilo. Esa escena tan dispar en el tren me hace sentir asco de la gente, me crea sensación de suciedad.

Te das cuenta que la sociedad en eso, como tejes tu tela de araña para hacer que otros seres de tu especie caigan en tus redes. Las arañas lo hacen para subsistir, atraen otras especies para alimentarse de ellas. Nosotros no, nosotros somos caníbales, tejemos para atrapar a seres de nuestra especie. Les engañamos para nuestra propia autosatisfacción personal. Esto no es necesariamente malo, es algún tipo de retroalimentación que necesita nuestro ego. Sentirse querido no es repugnante, es un fín para corazones de todo tipo. A nadie le amarga un dulce, en este caso es el envoltorio el protagonista.
Los colores plateados y relucientes hacen más apetecible el caramelo.



Yo me considero una persona asocial por naturaleza, mantengo la distancia de seguridad. Esto me haría algo rechazable por el grueso de la sociedad. Considero que soy retraído, muy mío. Pero lo que es contradictorio es que sienta cierta envidia por aquellos que son capaces de atraer a un gran grupo de personas aunque el trato sea lo más superficial que me pueda encontrar. Es una habilidad que no poseo o creo no poseer. A fin de cuentas es lo que decidas potenciar lo que te permite adquirir cierta experiencia. Es una envidia que no es real. En mi interior detesto la hipocresía y las caretas porque cuando yo entro en confianza con alguien y siente afecto tiendo en beatificar mi relación con esa persona. Lo quiero todo puro. Como ser de luz que me considero en un mundo corrupto. Pero si esa persona se pone la máscara y yo lo veo es capaz de sacar todo el odio y la inmundicia dentro de mí hacia la sociedad y hacia ese tipo de gente. Se convierte sin quererlo yo en un ser indeseable y despreciable. La traición a mi forma de ser saca de mí mi lado más oscuro. Soy como uno de estos personajes con los que me reflejo:



Hago referencia al anime y al manga, porque es una influencia para mí, los japoneses expresan de forma muy convincente la sociedad que les rodea, y la psique del individuo más y mejor que yo haya visto en cualquier otra sociedad en formato audiovisual.

No hablaré de personas, hablo de los sentimientos que me han dejado el resultado de mi contacto social con ellos. La sensación desagradable de seguir un canon establecido para la aceptación del conjunto. Defiendo el sé tu mismo aunque ello te lleve a la soledad. Me gusta tenerme a mi mismo, aceptarme en mis peores momentos y desconocerme en mis mejores días. Ser raro pero ser yo, al fin y al cabo. Me tengo a mí y no necesito aparentar lo que no soy. Soy consciente de que siendo así estaré solo en esencia. Siento envidia de la habilidad de relacionarse y establecer vínculos, pero sólo cuando son verdaderos. Más acertado sería decir, tener la suerte o el tino de crear el lazo con las personas adecuadas. Las que sabes que no tienen caretas para tí. Que sean como son estando contigo aunque sean más distantes a tí de lo que tú querrías. Quieres hablar más con estas personas pero sientes que si lo haces terminas corroyendo lo que lo hace tan real. Vive y deja vivir. Y siéntete alegre de saber que permaneces en la memoria de alguien auténtico. Eso es un auténtico logro.


Como reflexión final, veo la soledad como algo bello, algo fuerte, algo que si cultivas te ayuda a crecer como persona. Te hace fuerte y bello interiormente pero débil ante una sociedad estúpida llena de prejuicios. Los que cultivamos nuestro mundo interior tememos contagiarnos de la ponzoña superficial, casi no sabes qué decir, cómo reaccionar ante el mundo exterior. Otra de las muchas espadas de doble filo de ser como soy.

domingo, 10 de mayo de 2015

Reseña TLOZ Ocarina of Time 3D



En el anterior post dejé claro que este es mi Zelda preferido, lo he jugado en Nintendo 64, GameCube y Nintendo 3DS. Se trata de un juego tan completo que no importa el tiempo que pase, no me cansa y ha sabido envejecer muy bien.

El argumento parte de una premisa muy sencilla, el mundo fue creado por tres diosas que representan la Trifuerza. Hyrule corre peligro pues un forastero proveniente del desierto Gerudo amenaza con destruirlo, y tú, Link, el protagonista, eres el Elegido de las diosas para salvarlo y salvar a la princesa Zelda.

Habiéndomelo pasado hace poco, me encontraba sorprendido porque 17 años después de su salida, el juego sigue siendo uno de los más completos y cuidados a los que he jugado hasta la fecha. El mundo, Hyrule, se compone de una extensa zona abierta y 11 intrincadas mazmorras. Hay multitud de misiones secundarias opcionales. Completar el juego al 100 % nos lleva entre 30 y 35 horas, si vamos  a pasarnos la historia sin más preámbulos lo podemos hacer en 12-15 horas.



La mecánica del juego es simple, te ponen en situación argumental, vas a la mazmorra, resuélvela y derrota al jefe. Con esto consigues ahondar un poco en el trasfondo del mundo y los personajes que lo pueblan. Ellos te dan lo que necesitas para avanzar en la trama. El mundo es tan grande, que seguramente por explorarlo irás al lado opuesto de donde debes de ir, pero siempre estará Navi, nuestra hada, para darte las pistas necesarias para saber dónde hemos de dirigir nuestros pasos. Si le haces demasiado caso, seguramente te dejes en el tintero quest secundarios y zonas sin explorar, que sinceramente, es una pena pasar por alto. Considero que gran parte del atractivo del juego es saber que estás en un lugar tan grande y lleno de secretos que si te decides a explorarlo todo, no solo disfrutas infinitamente más el juego, sino que te ayuda a crecer como héroe.

Mazmorras



Lo más atrayente del título son sin duda la resolución de sus mazmorras, tanto es así que en Japón se sacó una expansión del juego llamada Master Quest, que años más tarde podríamos disfrutar en tierras occidentales. Cada una de estas mazmorras tiene su propia forma de resolverse, algunas zonas de forma muy ingeniosa, y por lo general, no entrañan mayor dificultad. Nos podemos quedar atascado en algún punto porque una vez resulto no pasa nada que nos dé acceso directo a la siguente zona. Esto hace necesario que los primeros objetos que debemos encontrar sean el mapa y la brújula. En nuestro poder, sabemos que zonas hemos visitado y las que no, los cofres que aún nos quedan por abrir. Dentro de ellas encontraremos el item que nos permitirá acceder a zonas antes vetadas por no poseerlo. Hablo del tirachinas, las bombas, el boomerang, el arco,...Objetos muy necesarios a lo largo de la aventura y del ancho mundo. El ejemplo más sencillo de cómo resolver un puzzle, es en una habitación, con una antorcha encendida y otras dos apagadas, estando bloqueada la puerta. Con el palo deku, prender la antorcha encendida y encender las dos apagadas. Se abrirá la puerta y aparecerá un cofre. Repito, es el más sencillo, pero la mecánica es, observar los elementos del entorno y qué objetos disponemos para que combinados podamos resolverlo.



Cada enemigo que nos encontremos tiene su propia forma de derrotarse. No todo son espadazos, algunos te obligan a cubrirte con el escudo, mantener la distancia, utilizar armas de largo alcance como el tirachinas o el arco, hacer uso de bombas,...no tiene la variedad de enemigos de un JRPG pero algunos pueden complicarte la vida. Pero si de enemigos hablamos, lo que interesa aquí son los jefes o bosses del final de cada mazmorra. Algunos son sencillos y otros mejor que llevemos una o dos botellas con un hada por si las moscas (esto lo que hace que una vez que nos maten, el hada saldrá para resucitarnos rellenando todos los corazones). Sea como sea, enfrentarse a todos ellos, hace que sea una experiencia muy disfrutable, no da sensación de frustración, con lo cual repetiremos el jefe hasta que consigamos averiguar su patrón de ataque y puntos débiles. Mis preferidos son las Hermanas Rova, del Templo del Espíritu, el fantasma de Ganon, del Templo del Bosque o Bongo Bongo, del Templo de las Sombras.

Perdiéndonos por Hyrule


En cuanto a las misiones secundarias, será mejor prepararse para recorrer Hyrule de cabo a rabo si queremos desentrañar todo lo que hay repartido por ella.



Comenzamos con un clásico, los coleccionables: localizar las 100 Skulltulas Doradas. Unas escondidas en las mazmorras y otras por el mundo abierto. No es tan sencillo como ir, matarlas y quedarnos con el símbolo. Hay que cumplir ciertas condiciones, ir como Link niño, o ir por la noche, siendo adulto, teniendo un objeto de largo alcance como el boomerang porque no llegamos...son muchas y algunas estan muy bien escondidas. Nos llevará tiempo hacernos con todas.
El segundo coleccionable son las piezas de corazón, que si juntamos cuatro, llenarán un contenedor de corazón aumentando nuestra vida en una unidad más. Al igual que las Skulltulas, se encuentran diseminadas por todo el mundo y para alcanzar algunas necesitaremos ciertos objetos que sólo podremos obtener pasándonos algún Templo o mazmorra. Tras derrotar a cada jefe nos darán un contenedor completo de corazón.



También tenemos minijuegos en la Plaza del Mercado de hyrule y en Kakariko que al superarlos nos darán como recompensa mejora en la capacidad de los objetos (carcaj de flechas, tirachinas, etc.), rupias o la tan ansiada pieza de corazón.



Siendo Link niño podemos comprar judías mágicas y plantarlas en ciertos lugares del mapa, cuando somos adultos habrán germinado y nos podremos montar en ellas para alcanzar lugares que siendo niño era imposible acceder, con el objetivo de conseguir algún coleccionable.

Como curiosidad, siendo Link niño podemos realizar el encargo del comerciante de máscaras. Consiste en ir vendiendo las máscaras que nos ofrece a ciertos personajes y recuperar nuestra inversión inicial o incluso multiplicar las ganancias. El objetivo de esta misión es conseguir la máscara Sheika que nos permite hablar con las piedras del mismo nombre repartidas por todo Hyrule. Algunos consejos que nos dan nos ayuda a entender cómo resolver algunos templos o nos explica la historia de Hyrule.



Por último, el encargo para hacernos con el arma más poderosa del juego, la Espada Biggoron. Hacemos de recadero de distintos personajes y en alguna de las tareas tenemos que recorrernos el mapeado a contrarreloj para completar la quest a tiempo.

¿Qué tiene de novedoso jugar Ocarina of Time en Nintendo 3DS?


A parte de lo obvio que sería jugarlo con efecto 3D, tiene otras funcionalidades que lo hacen muy apetecible.

Lo más destacable es el uso de la cámara estereoscópica de la consola. Consiste en un sistema de control de la cámara del juego moviendo la consola en varias direcciones. Especialmente útil cuando utilizamos el arco para apuntar a nuestro objetivo. Lo recomiendo encarecidamente en los minijuegos de puntería.

Lo segundo es la pantalla táctil para asignar objetos a los botones, acceder al inventario o al mapa. Puede parecer una chorrada, pero resulta increíblemente útil tenerlo en otra pantalla, ya que no tenemos que pausar el juego cada vez que tengamos que equiparnos con un item nuevo. Siendo realistas, la famosa dificultad del Templo del Agua no viene tanto en lo difícil de los puzzles sino en tener que pausar el juego cada dos por tres para equiparnos las botas de hierro.



Y por último, lo más reseñable de este remaster del juego original de Nintendo 64, es el rediseño gráfico. Lavado de cara para los personajes y escenarios al completo, algo que podía llevarle a alcanzar el calificativo de remake por la labor realizada con el título. Es un punto medio entre remake y remaster, tiene de los dos por eso es imprescindible en una Nintendo 3DS, más aún si no jugaste en su momento, aunque también imprescindible si lo hiciste, los cambios realizados son más que suficientes para volverlo a tener en tu colección.

*No he  jugado a Master Quest en la version de 3Ds, en su momento lo probé un par de horas en GameCube y me quedé atascado en la Cueva Dodongo, sobran las palabras para indicar la dificultad del juego. Es una cuenta que tengo pendiente y quiero saldarla.